00933
CONJUNTO DE INTERÉS ETNOGRÁFICO
POBLADOS / CASA-CUEVAS
SIGLO XX
200 m2
ABANDONADO
3-11-5-12
SI
NO
SI
NO
REGULAR
ALTA
MEDIO
PRIVADA
RÚSTICO
RÚSTICO DE PROTECCIÓN PAISAJÍSTICA
6
Las dificultades de acceso, por encontrarse el Conjunto en el vaso de la Presa de los Pérez, y las condiciones de ruina que presenta el bien desaconsejan la visita al interior de las cuevas.
35468 - JUNCALILLO GÁLDAR
28 X: 434567 Y: 3102596
828m
MAJADA GRANDE
VISOR GRAFCAN/GOOGLE EARTH
La carretera GC-223, que desde Gáldar llega al barranco Hondo después de dejar atrás la localidad de Juncalillo, tiene parte de su trazado por las orillas de la presa de los Pérez. Otro modo de acceder a la presa consiste en tomar la carretera GC-215, que parte de la localidad de Artenara, pasa junto a los caseríos de Coruña y Lugarejos y alcanza las orillas del embalse.
La abundancia de cuevas excavadas en las vertientes constituye uno de los rasgos más característicos de las montañas del noroeste de la isla. Las que conforman este antiguo asentamiento fueron ocupadas en su origen por los canarios prehispánicos tras ser labradas sobre sustratos rocosos horadables que permitían su minado con el rudimentario utillaje lítico del que podían valerse, en una isla que carecía de metales y que, por su lejanía, permanecía en un recodo marginal de las rutas de navegación y de intercambio comercial de la Antigüedad. Es probable que a lo largo de las obras de la presa de los Pérez, que concluyeron en 1955, una porción del caserío troglodita quedara sumergido bajo sus aguas. El vocablo “majada” designa los corrales desmontables cercados con tramos de madera o hierro, denominados lances, en los que se recogía el ganado.
Conjunto de cuevas emplazado en la vertiente de solana del barranco Hondo, sobre la orilla nororiental de la presa de los Pérez, próximo a su cola y bajo la carretera que conduce al Hornillo. Las cuevas, que hasta su completo abandono albergaban viviendas, gañanías, cuartos de aperos y otras dependencias anejas, se extienden a lo largo de 65 metros y se distribuyen en diferentes alturas. Los vecinos más viejos del pago de Lugarejos aseguran que las cuevas llegaron a acoger a trece familias antes de que fuesen abandonadas durante la construcción del embalse.